Detox en Marruecos

Meknes
Llegamos a Marrakesh con dos mochilitas, lo demás quedó temporalmente en Madrid. Por eso, nos verán siempre con la misma ropa (pero dejo constancia de que lavamos varias veces). Nos recibieron el calor que nos faltó durante las primeras semanas del viaje, mujeres tapadas desde las muñecas hasta los tobillos, más calor, muchos gatitos (ninguna rata), ni un perro, otro idioma (árabe y/o francés) y otra moneda (los dirhams, cuya tasa de cambio a esta altura es muy similar a la del peso argentino).