Dándole vuelta al mundo

Madrid es prolija

España
Mis 14 kilos y yo El primer día de Madrid fue a puro shopping: zapatillas (las anteriores terminaron rotas en un tacho de basura de Madrid) y mochila (adiós valija!). Ahora estamos más listos que antes para el viaje, aunque aún faltan algunas cosas (entre ellas, una campera impermeable). Creo que desde que empezó el viaje hubo dos momentos en los cuales realmente me di cuenta de que vamos a estar muchos meses viajando: arriba del dromedario en el Sahara y acá cuando compramos la mochila de 60 litros, mi nueva compañera de viaje.

La isla de los volcanes (Lanzarote)

España
Viajamos de Marrakesh a Madrid, donde nos esperaba una escala de cinco horas antes de partir para Lanzarote. Durante esas horas, nos fuimos a un shopping cerca del aeropuerto y, luego de comprarme un buzo, encontré a Luciano así, saciando su abstinencia de nueve días a lo grande: Lanzarote es una de las Islas Canarias, está en el Atlántico y pertenece a España a pesar de estar más cerca de Marruecos.

A Granada vamos a volver

España
Granada se pasó muy rápido. Llegamos, nos fuimos de tapas, visitamos la Alhambra (uno de los monumentos más visitados de Europa), fuimos al barrio árabe (el Albayzín) y comimos el mejor shawarma y el mejor falafel; sí, mejor que el delivery de cerca de casa, les juro! Caminamos por todos lados. Nos encantó. Y, encima, empezó el buen tiempo. España es el país de la cerveza (y de la tapa, claro está).

A Benidorm con buzo y campera

España
Todo empezó siendo una leve sospecha, pero con el correr de los días nos fuimos convenciendo… Llegamos y perdió el Barcelona. Con eso ya deberíamos habernos dado cuenta. Luego perdió el Real Madrid y, como si eso fuera poco, empezó la lluvia. Decidimos huir de la lluvia y la fresca de Barcelona y nos fuimos a Benidorm en busca de playa y buen tiempo. Benidorm es una ciudad turística de la provincia de Alicante, de esas en las que no llueve casi nunca, y menos ahora, después de varios días de sol y calorcito (según nos contaron, claro).

A Barcelona sin pasaje de vuelta

España
Llegamos a Barcelona, previa escala en Brasil para comer unos paos de queijo. Antes de salir, contemplamos la posibilidad de que seguiría viaje sola, pero luego de comprar un pasaje en el locutorio de Aeroparque, la aerolínea se convenció de que saldríamos de la Unión Europea. Parece que les interesaba más a ellos que a Migraciones en España, porque para entrar no nos pidieron nada más que el pasaporte. Según Luciano, fue gracias a su simpatía; a pesar de que la foto de su pasaporte es bastante siniestra (pueden ver su foto en esta entrada).