Aquí (en Chiang Mai) me pongo a cantar...
Hacia el norte con pasaporte Dado que el transporte a Laos era horroroso
y que el tiempo transcurre presuroso,
decidimos cambiar de dirección,
y a Bangkok nos fuimos en avión.
Tras beber unas Chang y comer pad thai,
en tren viajamos a Chiang Mai,
tierra de bastantes elefantes,
lluvias que duran instantes,
y trekkings para los viajantes.
Se solucionó el tema meteorológico
y bicicleteamos hasta el zoológico.
Tigres, pajarracos, jirafas, elefantes y leones,