Asia del desarrollo: Malasia y Singapur

Posted by Lucía on Sunday, January 26, 2014

Kuala Lumpur

Del calor sofocante en exteriores al frío polar de aire acondicionado en interiores. Mucha infraestructura, buen transporte público, gente amable y que come con la mano, y shoppings en abundancia. Sede de las famosas Petronas, obra de un arquitecto argentino, y de la Torre Kuala Lumpur, uno de los edificios más altos del mundo por sus 421 metros de alto.

Paramos en el barrio chino, barrio de imitaciones: carteras, billeteras, cinturones, anteojos, remeras, etc., y alojamiento de lo más accesible para el mochilero promedio.

Las Petronas

Con la torre Kuala Lumpur

Malaca, Malacca o Melaka

tan solo dos horas en bus de Kuala Lumpur, otra ciudad que es patrimonio de la humanidad. Malaca fue invadida y colonizada por portugueses, holandeses e ingleses, así que tiene bastante historia y poca pinta de ciudad asiática. Es una ciudad colonial con influencias por todos lados. De casualidad entramos a un par de museos, solo porque tenían forma de barco y nos pareció divertido, así que algo también aprendimos. La ciudad está decorada por los tuk-tuks a pedal (o cyclos) que se pasean disfrazados por las calles mientras la musicalizan a gran volumen. Nuevamente paramos en el barrio chino, que de noche se llena de puestitos de boludeces y stands de comida, que tuvimos el gusto de saborear.

Malaca a Singapur en bus son alrededor de 4 horas, tiempo de migraciones incluido, siempre que el chofer no te deje en la frontera. Al parecer, si uno demora más de los 20 minutos tácitamente estipulados, uno puede quedar varado en el linde y debe tomar otro bus y pagar la tarifa correspondiente para llegar a destino. Ya estábamos al tanto de esta situación así que, mochila en espalda y pasaporte en mano, bajamos del bus a las apuradas dispuestos a taclear a cualquiera que se interpusiera en nuestro camino. Con la vista fija en la meta, alcanzamos un tiempo récord, pero no dejó de sorprendernos que nadie caminara; todos correteaban de acá para allá con el mismo fin. Y lo logramos, llegamos a tiempo, una lástima que más de cinco personas que viajaban con nosotros no puedan decir lo mismo.

Singapur

Un día y una noche para una visita express a Singapur. Singapur es un lugar seguro y organizado y su gente, mayormente chinos, malasios e hindúes, también es amable, o al menos eso demostró el señor que nos regaló dos dólares singapurenses en el bus porque no teníamos cambio.

Dejamos dos de los tigres del sudeste asiático en los que el alcohol es muy caro y los prohibido abundan en muchas partes: prohibido fumar, prohibido comer, prohibido beber, prohibido ingresar con mascotas o zapatos, prohibido comer la olorosa durian (una fruta) en el subte, prohibido ser homosexual, prohibido mascar chicle, prohibido y más prohibido; y nos subimos a un avión con destino playa.

Próximo destino: Bali, Indonesia.